Terapia Focalizada en la Emoción
“Las emociones nos proponen los problemas para que la razón los resuelva” (Leslie Greenberg)
Presentamos en esta entrada del blog de ASEPCO, la Terapia Focalizada en la Emoción (TFE), como una de las terapias humanistas y constructivistas que ofrece aportaciones teóricas y prácticas para el trabajo con los procesos emocionales. Estos procesos emocionales son integrados en muchas propuestas transdiagnósticas actuales y la Terapia Focalizada en la Emoción otorga gran riqueza a la descripción sutil de estos procesos, es eficaz y está basada en la evidencia en el trabajo con los mismos.
Desde diversos planteamientos terapéuticos se propone la existencia de diversos factores transdiagnósticos en relación con lo afectivo, es decir factores emocionales que están implicados en la predisposición y mantenimiento de diversos trastornos (e.g. ansiedad, depresión, conducta alimentaria o trastornos de personalidad). Una enumeración no exhaustiva de los mismos desde la Terapia Focalizada en la Emoción comprende los siguientes procesos: la falta de consciencia emocional (ya sea por evitación o falta de hábito), la presencia de un dolor emocional crónico (en ocasiones en el contexto de las relaciones significativas o de apego), los déficits en regulación emocional, las dificultades o falta de habilidades para la comunicación de las emociones, la falta de articulación del sentido y significado de las emociones en narrativas coherentes, o el manejo del propio mundo emocional a través de procesos poco constructivos a medio plazo, como la auto-crítica o la auto-preocupación.
La TFE ofrece una serie de principios de cambio para incidir en estos procesos transdiagnósticos. En primer lugar, busca aumentar la consciencia de la experiencia afectiva. Para ello ofrece una relación terapéutica segura, cálida, donde un terapeuta esté presente y sintonizado con el mundo interior del paciente, así como diversas técnicas y procesos empáticos que buscan aumentar esta atención sostenida en la realidad corporal (interoceptiva, propioceptiva, cinestésica). Desde ahí, en contacto con la experiencia, busca después enriquecer la capacidad de articular y construir dicha experiencia con palabras, símbolos y narrativas. Un segundo proceso de cambio emocional consiste en expresar las emociones en terapia. A veces se expresa al terapeuta, a veces se expresa a una figura en imaginación o en una silla vacía, a veces se expresa lo sentido a una faceta del self (por ejemplo, al yo crítico). También promueve regulación emocional, permitiendo a la persona mantener y modular la activación emocional. Para ello, además de la relación terapéutica, nos servimos de tareas específicas (como la afirmación empática, despejar un espacio o la tarea de auto-consuelo). Un cuarto proceso terapéutico consiste en reflexionar y co-construir significado a partir de la experiencia emocional profundamente activada. El quinto y sexto proceso terapéutico consisten en variaciones de un antiguo y bien conocido proceso antiguo de la literatura de la psicoterapia: las experiencias correctivas. La TFE busca promover experiencias de transformación del dolor emocional crónico (por ejemplo, el miedo, la tristeza o la vergüenza crónicas) a través de la relación terapéutica y a través de técnicas, que buscan cambiar la memoria emocional desadaptativa con nuevas experiencias emocionales que transforman el repertorio emocional, lo flexibilizan, y permiten que la persona tenga reacciones emocionales más resilientes y conectadas con lo que vive en el presente.
Unas líneas por si quieres conocer y profundizar más en este modelo de terapia. Si quieres explorar la literatura relacionada con cómo la TFE utiliza estos principios terapéuticos en el contexto de los procesos depresivos, de ansiedad generalizada, ansiedad social, trauma complejo, conducta alimentaria, o problemas de pareja, hay mucha literatura disponible. También es interesante la aportación que el análisis de tareas tiene en la investigación, pues permite integrar metodologías cualitativas con cuantitativas, y la investigación de proceso con el resultado en términos de crecimiento y reducción de los síntomas. Te dejo aquí también alguna referencia para profundizar en el cambio de una emoción con la activación de otra. Por último, aquí dejo también un vínculo para integrar estos principios emocionales con el trabajo con narrativas. Si quieres tener un manual reciente para el clínico, te recomiendo este. Para trabajar con pacientes y ofrecerles ejercicios de consciencia y recursos, este libro en castellano es muy útil. Para trabajar con las diferentes emociones desde un punto de vista integrador, puede ser útil este otro libro en castellano.
Rafael Jódar Anchía
Miembro de ASEPCO. Director del Máster en Psicoterapia Humanista Experiencial y Focalizada en la Emoción, Universidad P. Comillas.
Si te interesa entrar en mayor profundidad en este modelo, contacta con asepcoformacion@gmail.com para inscribirte en el webinar que impartió para nosotros Leslie S. Greenberg (“Trabajando con la Emoción en Psicoterapia“).
Otras referencias bibliográficas para navegar en la dimensión constructivista de este modelo:
Angus, L., Lewin, J., Boritz, T., Bryntwick, E., Carpenter, N., Watson-Gaze, J., & Greenberg, L. (2012). Narrative processes coding system: A dialectical constructivist approach to assessing client change processes in emotion-focused therapy of depression. Research in Psychotherapy: Psychopathology, Process and Outcome, 15(2), 54-61.
Angus, L. E., & Greenberg, L. S. (2011). Working with narrative and emotion in trauma: The case of Alex. American Psychological Association.
Greenberg, L. S., & Angus, L. E. (2004). The contributions of emotion processes to narrative change in psychotherapy: A dialectical constructivist approach. The handbook of narrative and psychotherapy: Practice, theory, and research, 331-349.